Opinión

«Una planificación urbana de cuidados para la infancia implica remirar ciertos elementos que están sujetos a las prácticas cotidianas de la niñez», Piera Medina, Fundación Escala Común

«Una planificación urbana de cuidados para la infancia implica remirar ciertos elementos que están sujetos a las prácticas cotidianas de la niñez», Piera Medina, Fundación Escala Común

Opinión de Piera Medina, Fundadora y Directora Ejecutiva de Fundación Escala Común

08/23/2021

Fundación Escala Común fue una de las dos entidades que se sumaron en junio a la mesa de Organismos Ciudadanos del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), aportando una nueva perspectiva de la planificación de la ciudad desde la infancia, la crianza y bienestar sustentable.

De hecho, llevan ocho años de experiencia, de estudios y proyectos de innovación enfocados en las personas, que han incidido en la planificación de las ciudades y hoy, especialmente, al interior del Consejo.

Conversamos con la fundadora y Directora Ejecutiva de Fundación Escala Común, Piera Medina, sobre el espacio que abre el CNDU a las organizaciones ciudadana, de la materialización de una planificación urbana que incorpore a la niñez y del futuro de Chile. Una entrevista que, sin duda, nos invita a cambiar el foco con el que vivimos y hacemos ciudad.

¿Qué relevancia tiene para la Fundación Escala Común incorporarse a la mesa de organismos ciudadanos del CNDU? 

Para nosotros la participación en la mesa de organismos ciudadanos del CNDU es una gran invitación. Primero porque visibiliza el trabajo que venimos realizando en la fundación hace 8 años y nos permite articularlo en instancias de discusión, donde creemos necesario incluir la perspectiva de la infancia en los procesos de desarrollo de las ciudades, y segundo, porque pone también en relevancia el rol que tiene la ciudad para el desarrollo de la niñez, así como su inclusión y participación en procesos de producción urbana.

¿Cuál es el rol que debiesen tener las organizaciones ciudadanas en el desarrollo y planificación de las ciudades? 

Creemos que las organizaciones ciudadanas traen a presencia temáticas que, si bien de alguna manera son parte de la agenda de las diversas instituciones a cargo del desarrollo y planificación urbana, no siempre son abordados de forma más específica y en vínculo directo con las comunidades.

Esto permite incluir diversas visiones y perspectivas de la ciudad en la discusión urbana, y visibilizar aspectos que no siempre son recogidos en la planificación. Las organizaciones logran resolver el ‘cómo’ desarrollar estrategias desde la innovación, y eso siempre es un aporte al desarrollo territorial. En nuestro caso, la niñez y la crianza (o cuidados) están escasamente incluidas en ella, y nuestra misión es justamente traerlas a presencia desde la perspectiva de los niños/as, transformando la cultura que se tiene sobre la infancia y la ciudad, y validando las voces de los niños/as en las decisiones y discusión urbana.

¿Qué brechas urbanas observan en las ciudades chilenas, y más específicamente en aspectos de infancia que son los que ustedes trabajan a diario?   

Una de las principales brechas consisten en el enfoque y paradigma respecto la presencia, participación, y perspectiva de los niños/as en la ciudad, que han sido escasamente abordadas en los procesos urbanos. Si bien diversos programas e iniciativas han logrado incorporar la visión y participación de los niños/as como un lineamiento de inclusión, basado justamente en la Agenda de Inclusión 2030, existe aún una carencia respecto el enfoque de inclusión que queremos otorgarle a los niños/as, su validación como agentes activos de la ciudad, y sobre todo, hacer efectivo su derecho al uso y disfrute pleno de los espacios públicos y la movilidad en la ciudad.

El uso y participación en la ciudad tiene muchos componentes positivos en el desarrollo integral de la niñez, y tanto la morfología resultante del diseño y la planificación urbana tiene efectos directos en el bienestar infantil. Entre ellos, el desarrollo de autonomía, de habilidades espaciales, habilidades psicomotoras y sociales, de mapas cognitivos, en la salud y bienestar infantil (entre ellos: efectos en la obesidad y sedentarismo, así como problemas en la visión), sin nombrar el aporte en el ejercicio de ciudadanía que implica. Así como la ciudad tiene efectos positivos en la infancia, esta también le entrega una serie de valores positivos a los espacios que sólo la niñez puede traer a presencia, y es que cuando se ven niños/as jugando y moviendose libres y seguros en los espacios de la ciudad, estos inmediatamente son percibidos como más seguros, inclusivos, y amigables para todas las personas.

Creemos que estamos en un momento de transición, donde se han hecho evidentes las necesidades de los distintos usuarios de la ciudad, y en eso los niños/as han tomado posición y se han empezado a considerar. No sólo al otorgarles un espacio en la participación ciudadana, sino también, como agentes activos relevantes para su entorno. Pero hay un largo camino aún por recorrer. Como Fundación planteamos ciertos mínimos para poder trabajar los temas de inclusión infantil en los procesos de diseño, planificación y desarrollo urbano, y estos mínimos van de la mano con un cambio de paradigma de la infancia y su rol en la ciudad. Y esto implica un cambio cultural en la forma en que vemos y consideramos a los niños/as, que nos involucra a todos.

¿Qué acciones concretas deberíamos impulsar para la inclusión de la infancia en las ciudades chilenas? ¿Es posible en urbes como Santiago, el Gran Valparaíso y Gran Concepción que pareciera son cada vez más vertiginosas?  

Avanzar en una planificación urbana de cuidados para la infancia implica remirar ciertos elementos que están sujetos a las prácticas cotidianas de la niñez y el soporte físico que da cabida a su experiencia urbana. En términos concretos, se requiere tomar partido por un enfoque que pone como punto central de la planificación, las dinámicas familiares y los diversos requerimientos que surgen de la gestión del cuidado.

Es importante tener en consideración que los niños/as son parte de un sistema familiar, y que generalmente son acompañados a sus diversas actividades. Esto implica que, tanto la niñez como sus cuidadores requieren de un sistema que entregue garantías y acoja las diversas dimensiones de lo cotidiano, y un punto fundamental en ello es la movilidad y la localización y accesibiildad de los servicios y equipamientos urbanos. Entre ellos, la localización de los colegios y las viviendas, los lugares de trabajo de los padres, el entorno urbano y las calles donde se insertan las rutas infantiles, entre otros, juegan un rol crucial en la gestión del cuidado infantil, y tienen consecuencia directa en la experiencia urbana de los niños/as. Pero ello implica remirar lógicas de planificación urbana desde un nuevo parámetro, poniendo énfasis en la vida cotidiana y el uso de los espacios desde un enfoque multidimensional que pone, no sólo a los niños/as, sino que a los sistemas familiares y de cuidado como componentes clave.

Si bien en las regiones metropolitanas esta tarea se hace más compleja, no es un impedimento para avanzar hacia lineamientos más inclusivos en la planificación urbana. Requiere si, de una voluntad mayor, y avanzar desde los pilotos a una mirada más integral a nivel de ciudad respecto el tipo de ciudad y de sociedad que queremos construir en ellas, que permita sentar las bases de ciudades más inclusivas con los niños/as, y con todos/as desde lo cotidiano.

¿Qué ejemplos de ciudades (internacionales o nacionales) consideras como referentes a seguir o que han dados pasos significativos en su planificación para fomentar la inclusión de la infancia?   

A nivel internacional existen muchas referencias sobre ciudades más inclusivas para la infancia. Entre ellas, la ciudad de Pontevedra en España ha desarrollado una serie de lineamientos muy interesantes para esta ecuación. Y es que uno de los puntos centrales de su gestión ha sido el cambio de paradigma respecto la infancia urbana, que ha posicionado a la niñez y los cuidados como ejes prioritarios para la planificación urbana. Aspectos tan simples como el ancho de las veredas para que pueda circular una familia con más de un hijo, o llevar un conche de bebé, los cruces peatonales e intersecciones, o incluso la gestión de la velocidad de los automóviles en la ciudad, son temas que ya son un aporte en la calidad de vida de los niños/as y quienes cuidan.

Por otra parte, en Londres se ha desarrollado un proyecto que regula los tiempos de los semáforos en los entornos escolares, y cierre de calles en horarios de entrada y salida de clases, promoviendo con ello la disminución de la velocidad, o desinsentivando el uso de automóvil, en estos espacios, fomentando con ello a la movilidad activa de los niños/as.

Otro referente es la ciudad de Rosario en Argentina, que ha liderado y le ha dado continuidad a un Consejo de Infancia en el cual se discuten los temas asociados a la ciudad desde la visión y perspectiva de los niños/as, quienes aportan con evaluaciones y soluciones a los problemas de ciudad, avanzando incluso en la resolución de proyectos urbanos con enfoque de inclusión e intergeneracionalidad.

En Chile nosotros nos encontramos desarrollando un plan piloto de planificación urbana integrada con enfoque infantil, denominado PAMEPI, que es un Plan de Activación de Espacios Públicos y Movilidad para la Infancia, a desarrollar en la comuna de Limache, el cual se plantea como una hoja de ruta que permitirá apoyar en la gestión y entregar lineamientos y estándares concretos a la municipalidad para llevar a cabo un proyecto de ciudad inclusivo y amigable con los niños/as y sus familias.

Vivimos un momento trascendental en la historia de Chile que implica la redacción de una nueva Constitución ¿Qué temáticas urbanas y cómo deberían ser incluidas en esta nueva carta fundamental? 

Esta oportunidad que estamos viviendo como país es clave para sentar las bases de una sociedad más amable con sus ciudadanos, y en ello creemos que los niños, niñas, y adolescentes no pueden quedar fuera de la discusión.

A nivel general es dificil tomar partido por una u otra temática, ya que la ciudad conlleva una serie de dimensiones integradas que en su conjunto son sustanciales para avanzar hacia una mejor calidad de vida. Es en la ciudad donde realizamos la mayoría de nuestras actividades, y es la plataforma que nos permite establecer vínculos significativos entre los lugares que habitamos y las personas con las cuales interactuamos. Si tuvieramos que tomar partido por alguna temática en particular para formar parte de la nueva carta fundamental, creemos que la vivienda digna e integrada no puede quedar fuera, así como tampoco, la movilidad sustentable y la accesibilidad universal a los espacios públicos.

Otro tema que debiera ser abordado es la educación y su vínculo formativo con la ciudad, que es también un elementos clave para avanzar hacia ciudades más inclusivas, que incluye por su puesto, las condiciones de habitabilidad de estos espacios; el patrimonio cultural y la valoración de los territorios de valor indígenas; la participación ciudadana, inclusiva, vinculante y democrática; así como también, hacernos cargo de las brechas y desafíos que conlleva el cambio climático, la sustentabilidad urbana, y los efectos de las ciudades en este difícil proceso que se nos viene por delante, y que la planificación urbana debe hacer frente.